Niños de la calle: huérfanos de esperanza
Koudougou es una ciudad de Burkina Faso, en África centro occidental. Aquí se sobrevive con las pocas cosas que ofrece la tierra, una tierra roja y árida como es la sabana. A veces esto no basta para mantener a la familia y entonces muchos niños son abandonados a su suerte. Algunas veces son los mismos niños que prefieren la calle, porque en casa … ven que están de más. En Burkina Faso la pobreza de una poblado se mide por el número de niños que vive en las calles. En Koudougou hay centenares. Para poder comer se adaptan a todo: venden pañuelos en la estación, recogen hierro, botellas de plástico y todo lo que puede ser cambiado por algunas monedas. ¡Y después se redondea con algún robo!
Calles pericolosas
Estos niños no tienen ninguna tipo de tutela y siempre hay alguien a punto para aprovecharse de ellos. Puede suceder que personas sin escrúpulos introduzcan a las niñas en el mundo de la prostitución, marcándolas para siempre. Para los chicos el destino es acabar reclutados por bandas que se dedican a la violencia o a convertirlos en niños soldado. El mayor número se queda vagabundeando por las calles, sabiendo que ninguna de esas es la “calle justa”.
Una casa y un proyecto educativo
Sor Luigina, misionera italiana, ha aprendido a conocer a estos niños uno a uno y ha encontrado el modo para sacarlos de la calle. De acuerdo con el Obispo de Koudougou ha empezado a acoger a treinta niñas en la casa de las monjas, que necesita una importante reestructuración. Caritas sant’Antonio ha decidido apoyar este proyecto. No basta tener un techo sobre la cabeza. Se prepara un camino individual de recuperación para cada niña, para que todas puedan tener un futuro digno. Además, Caritas sant’Antonio se ocupará de costear la construcción de un pozo, para obtener el agua necesaria tanto para la casa como para el cultivo de la tierra que sirve para el sustento de las pequeñas huéspedes. En un segundo momento, en el mismo terreno de la Diócesis, surgirá también una estructura para acoger a los niños, más o menos a un centenar.
para comprar ropa y material escolástico
para asegurar comidas diarias durante un mes
para comprar una cama para un niño
aportación para la construcción de un pozo y para la casa de acogida
Son proyectos importantes, en los que nosotros los frailes creemos mucho. ¡Pero para realizarlos necesitamos tu ayuda!